"Todos tenemos un punto de ruptura". Con esta frase comenzaba Enrique Parada, psicólogo, especialista en psicología de urgencias, emergencias y catástrofes, el curso sobre Intervención psicológica con personal interviniente en situaciones críticas.
Cuando hay una catástrofe, una situación de emergencia, la atención psicológica se centra prioritariamente en, los supervivientes, personas que además de vivir el impacto han podido sentir que su vida corría peligro, los familiares de las víctimas y los testigos (personas que lo han visto pero que no han visto en peligro su integridad física.
Pero existe otra figura fundamental, los intervinientes, personas que por su formación están capacitadas para atender física, psicológica y mentalmente a otras personas. (Sanitarios, policías, bomberos, voluntarios, psicólogos, trabajadores sociales, personal de tanatorios, forenses, mlitares, religiosos, etc).
Hay determinadas profesiones con mayor probabilidad de enfrentarse a situaciones críticas y a situaciones de alto impacto psicológico.
Estos profesionales están expuestos a situaciones altamente estresantes que repercuten en su bienestar personal, en su rendimiento laboral y en su entorno social y familiar.
Hay tres variables que influyen o mediatizan el impacto traumático:
- El propio profesional: Su historia personal, su estilo de afrontamiento de situaciones estresantes, etc.
- La situación: Contacto próximo a escenas dantescas, condiciones de trabajo de alto riesgo, conflictos de rol, pérdidas personales, víctimas vulnerables, comunicación de malas noticias, riesgo del propio interviniente, etc.
- El contexto: La existencia o no de una adecuada red de apoyo social.
Muchos intervinientes se disocian durante la intervención; sin embargo, disociarse durante más tiempo genera más vulnerabilidad ante el estrés post-traumático.
Entre un 12-15% de los emergencistas sufren Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), fobias, bajo estado de ánimo o alteraciones psicofisiológicas.
¿Cuáles son los signos perceptibles de impacto psicológico?
Los profesionales de la emergencia ante todo son humanos, esto implica que pueden verse tan afectados como cualquier otro ante determinada situación. Sin embargo, muchas veces, los intervinientes se colocan una "coraza" que les permite disociarse y anestesiarse emocionalmente. Son personas orientadas hacia la tarea. Lo complicado llega cuando, después de la intervención esa actitud no desaparece.
Signos perceptibles de impacto psicológico:
- A nivel fisiológico: Fatiga, tensión, opresión en el pecho, dolores de cabeza y/o espalda, mareos, escalofríos, temblor, insomnio, respiración entrecortada..
- A nivel cognitivo: Confusión, hipervgilancia, búsqueda de culpables, pensamientos intrusivos recurrentes, falta de concentración, flash-back, etc.
- A nivel afectivo: Tristeza, culpabilidad, miedo, ansiedad, agitación, cólera, irritabilidad, shock, indefensión, etc.
- A nivel motor: Comportamiento antisocial, incapacidad de descansar, apetito alterado, consumo de alcohol, drogas y /o tranquilizantes, etc.
Asi mismo, emplean mecanismos de aislamiento, negación y represión emocional como mecanismos de defensa.
Todo esto afecta a la vida personal, laboral familiar y social de la persona.
Por todo esto, es necararia una intervención inmediata con estos profesionales, escuchar los hechos concernientes a la situación, reflejar los sentimientos de la víctima, tomar acciones directas y facilitar el apoyo social.
Desde el ámbito de la psicología las herramientas más utilizadas son :
- Los primeros apoyos psicológicos: Trasladar al interviniente fuera del lugar del impacto, hablar del incidente y de cómo se ha sentido, comprensión de la crisis, afrontamiento y restauración de capacidades básicas.
- RIT, Intervención de descanso, información y transición: Al finalizar el turno, en grupo y una sola vez.
- DEFUSING: Intervención inmediata, "en caliente" con los intervinientes. Al final del turno de trabajo. El grupo debe ser homogéneo, es decir, pertenencia al mismo rol profesional y similar cercanía o nivel de exposición.
- DEBRIEFING: Intervención psicológica grupal. A partir de las 72 h. Cuando todo está cerrado ya operativamente.
¿Qué podemos hacer y aportar desde lo Floral?
Las esencias florales pueden ser un importante apoyo tanto para los momentos inmediatamente posteriores al impacto, como para una intervención a corto, medio y largo plazo. Nos ayudan a reducir el riesgo de TEPT.
- En el momento de la intervención: Remedio de Urgencia, fundamental como acompañamiento en el momento crítico donde hay que actuar, pensar y reaccionar rápidamente tras el shock de la noticia.
- En los momentos inmediatamente posteriores a la intervención: Star of Bethelem, Rock Rose, Sweet Chestnut, Olive, White Chestnut.
- A corto y medio plazo y siempre teniendo en cuenta la reacción individual de cada interviniente, esencias que pueden ser efectivas, además de las mencionadas, Chaparral (FES California), Mountain pennyroyal (FES), Pine, Holly, Agrimony, Water Violet, etc.
En realidad, salvo en los momentos de mayor urgencia, en donde las esencias son más generales, cualquier esencia puede venirnos bien en función de las variables vistas anteriormente. Cada persona gestiona, controla y utiliza sus propios mecanismos de defensa para no fracturarse.
Con una buena intervención en los primeros momentos, es más fácil que más adelante no se den otros trastornos en el interviniente.
Los propios profesionales necesitan tomar conciencia de su propia vulnerabilidad, sin ser esta un signo de poca fortaleza, debilidad o de estar haciendo mal su trabajo.
Es fundamental incidir en la gran labor que realizan en situaciones altamente estresantes, no sólo emocionalmente sino contextualmente y que la gran mayoría de las veces, cuando acaba su intervención, se van a sus casas con todo el peso de lo vivido y sentido, teniendo que, cada cual a su manera, digerir y gestionar las imágenes, las emociones y los riesgos experimentados.
*Material extraído del curso de Intervención Psicológica con personal interviniente en situaciones críticas, impartido por el psicólogo Enrique Parada y organizado por el Equipo de Intervención en Catástrofes y Emergencias del Colegio de Psicólogos de Navarra.
