Hace un par de findes de semana, tuve la suerte de recorrer, de la mano de Susana Veilati el maravilloso camino de las Orquídeas del Amazonas. Volví a reencontrarme de nuevo con la fuerza y la energía de estas esencias que expanden y amplían aquellos aspectos que ya hemos empezado a trabajar en nosotros mismos y que queremos afianzar.
Quiero empezar y empezar por todas, sin embargo, elijo Victoria Regia, que si bien está en el set de Orquídeas es un Loto.
Y quiero empezar por ella porque en la búsqueda de fotografías, encontré que existe una Leyenda del Paraguay que habla sobre ella.
La transcribo tal cual la encontré.
Leyenda de Victoria Regia (Mitos y leyendas de Paraguay)
Dicen que se llamaba Blanca una
hermosa joven, blanca como los huesos pulidos que se ven en la llanura. En
tanto que el joven guerrero, de nombre Rojo, tenía un cuerpo tan bien
proporcionado como el de un caballo parejero. Dicen que Blanca y Rojo se
adoraban; y así, dicen que un día, mientras paseaban su amor a orillas de un
río, Blanca quiso saber si Rojo ciertamente la amaba; para asegurarse de ello
arrojó su ajorca a las aguas del gran río Paraná.
Rojo, entonces, se lanzó al agua, pero no volvió a salir. Blanca, desesperada,
fue a casa del brujo para saber qué había sido de Rojo.
El brujo le dijo que estaba en la profundidad del río, en una mansión
incrustada íntegramente de piedras preciosas, bajo el dominio de una bruja, de
modo que era necesario buscarlo ahí.
– Yo iré entonces en su búsqueda -dijo Blanca.
– Desde luego, solo tú debes ir a rescatarlo, si realmente es cierto que lo
amas -acordó el brujo.
Entonces, Blanca se echó a las aguas, y tampoco volvió a salir.
En tanto, sus amigas y amigos se habían reunido en la costa para ver si ambos
emergían.
Al estallar el esplendor del sol en el horizonte, despuntó sobre el rostro del
agua, roja y blanca, una enorme flor de hondo aroma.
Desde entonces admiramos esta hermosa planta, llamada victoria regia.
Extraído del blog de Aida Trujillo Ricart
Esta esencia nos acompaña en momentos de transformación de verdad, para ayudarnos a soltar, dejar partir, poder ir hacia lo próximo amparados en el momento de transición (Susana V.).
Esta esencia trabaja el desapego. El desapego máximo. Para dejar partir algo.
Acompaña al
proceso de muerte hacia la luz. Tanto para aceptar la muerte de uno como la de los otros.
Parece ser que todas las cosas terminan, se transforman, cambian y esta esencia nos acompaña en ese devenir.
Para los últimos días de vida. El Alma elige qué es lo que quiere hacer y confío en que las cosas ocurran.
Para personas
en coma y que no pueden hablar. Mantenidos artificialmente, a veces durante
meses. Ayuda a decidir. Fluir para seguir.
Aquí os dejo la leyenda para reflexionar, sobre el apego - desapego y sobre la transformación completa.
Podemos hacer varias lecturas, pero, es curioso cómo, desde puntos diferentes, las esencias, a tavés de los tiempos, lugares, signatura, color y forma, nos hablan cada una, de aquello sobre lo que sanan y potencian.