Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

1 de diciembre de 2012

Crema con esencias florales para lesión en el codo



En casa del herrero, cuchara de palo...
Hace algo más de un mes, me lesioné el codo por jugar a los bolos, sin tener ni idea y poniendo excesivo entusiasmo.
Desde ese día, empecé a tener dolor con según qué movimientos, a ratos parecía que desaparecían , pero han vuelto con bastante intensidad. Cada día el dolor me impedía hacer cada vez más cosas.
Y he comenzado diciendo que en casa del herrero cuchara de palo, porque me suelo olvidar, cuando me pasa a mí, del potencial de las flores.
Así que, siguiendo el modelo de Patrones Transpersonales de Ricardo Orozco, me preparé ayer una crema base con las siguientes esencias:
Vervain (Bach), para la inflamación  aguda interna.
Elm (Bach), para el dolor intenso y el sobreesfuerzo de esa zona. (es el derecho y soy diestra además, así que no paro con ese brazo).
Impatiens (Bach), para el dolor también, hay largos momentos en los que el dolor es moderado pero continuo.
Comfrey (FES), consuelda mayor. Esta esencia trabaja directamente sobre sobre la estructura muscular.
Consuelda Menor (FES). Esta esencia me gusta porque aporta la conexión con la curación que realmente necesitamos, tanto a nivel de emoción, cuerpo, mente y alma.
 
Bueno, a los 15-20 minutos de darme la crema, noté que el dolor disminuía considerablemente y que era capaz de extender más el brazo.
A lo largo del día, dejé de sentir el dolor intenso que llevaba notando desde hace un mes, y hoy, segundo día, sigo con dolor, pero mucho más moderado y con más movilidad.
Mi sensación es que ya no me va a más o a peor, que es lo que sentía los últimos días.
Veremos cómo va el brazo del herrero...
 


18 de septiembre de 2012

nosotros somos creadores de nuestra realidad


     Somos creadores de nuestra realidad, somos Uno con el Universo. Cuando somos niños, esa conexión es algo natural, y cuando vamos creciendo, las circunstancias, las relaciones y todo lo que nos va sucediendo, nos crea la sensación ilusoria de ser parte diferenciada de todo lo que nos rodea.    
     Nos individualizamos, y el ego nos hace creer que el otro es algo ajeno a mí.
Al vivir en esta falsa sensación de separación, olvidamos que en el otro hay parte de mi y que hay algo de mi en los demás.
      Con las esencias florales podemos acercarnos poco a poco a nuestro Ser más profundo. A la Unidad.
       Y nos embarga una maravillosa plenitud, la seguridad de que todo es como tiene que ser, nos volvemos confiados y más alegres y enfocamos nuestros objetivos de vida a la realización de nuestros sueños, que son los mismos sueños que el Universo tiene programado para cada uno de nosotros y nuestras acciones danzan y fluyen con el resto de los seres del planeta.
 

13 de septiembre de 2012

Terapia Floral y nuestr@ niñ@ intern@

      Hoy me ha llegado esta fotografía, preciosa e ilustrativa.
     Quizás tiene muchas formas de interpretarla, no sé, a mi me ha llegado directa al corazón de mi niña interior, a la a veces dolorida y a la a veces feliz, a la de los sueños y las ilusiones,a la de las pérdidas y a la de la soledad, a  la del juego y a la de las responsabilidades cotidianas. A la niña de sonrisa y la niña de lágrimas, a la protegida y a la enfadada. A la que amaron y a la que fallaron.
    Me ha colocado el pensamiento y el deseo cerca y profundamente al lado de lo que también yo soy y que a veces olvido.
     Y siento una inmensa gratitud por la posibilidad de curar aquello que aún no está cerrado, lo que escuece.
      Inmensa gratitud a las flores que me acompañan con una luz encendida para iluminar lo oscuro, la sombra, lo desconocido que se manifiesta a veces y da miedo. Y también o hermoso, la belleza interior de cada uno de nosotros, los dones, las infinitas posibilidades, la alegría, y la capacidad de sorprenderme cada día.
 


impatiens y el desapego a los resultados




      Sabemos que la esencia floral Impatiens, ayuda a aquellas personas que se irritan porque sienten que el ritmo de los demás es muy lento; a quienes prefieren hacer las cosas solos, por no tolerar ni aceptar que los demás necesitan más tiempo que ellos. Prefieren terminar lo que hacen rápido, antes que hacerlo despacio y bien. Tienen altos niveles de irritabilidad, van acelerados y se enfadan con facilidad. Muchas veces terminan la frase de su interlocutor porque se impacientan.
       Es una esencia tipológica, asi que hay personas que tienen muy marcado ese estado en todas las fecetas de su vida.
       En niños asi como en adultos, un impatiens quiere que todo suceda ya, y se enfada si no lo consigue.
       Por otro lado, hay momentos en nuestra vida que, sin ser un estado que nos caracterice, se hace patente esa espera, el nerviosismo, la aceleración.
    Cuando nos sentimos nerviosos, acelerados, cuando tenemos la sensación de ir corriendo por la vida, cuando actuamos, hacemos, ponemos en marcha proyectos y sentimos que no se materializan tan rápido como desearíamos.
      Cuando escribimos mails y nos irritamos porque no nos contestan, cuando nos parece que el resto del mundo se toma las cosas con demasiada calma...
      Cuando nos sentimos inquietos y no podemos dormir. Cuando estamos demasiado pendientes de los resultados. Cuando nos parece que las semillas que hemos plantado no florecen y vamos a miralas mil veces a ver si aparece una hojilla...
       La diferencia con la velocidad de un vervain, está en que al vervain le parece que le falta tiempo para hacer todo lo que quiere hacer, se le ve inquieto, pero porque quiere hacer muchas cosas.
       El impatiens está inquieto porque siente que es el otro quien le frena.
       La esencia floral de Impatiens nos ayuda a frenar el ritmo, a relajarnos, a aceptar que los demás tienen una forma diferente, más lenta que nosotros de hacer las cosas.
       Impatiens nos ayuda a despegarnos de los resultados. Hacemos todo aquello que queremos hacer y dejamos que siga su curso, pacientemente, a su ritmo, nos hace sentir que todo está bien, que todo fluye y que todo llegará a su debido tiempo.
       Nos ayuda a llegar por la noche a nuestra cama y descansar, con la seguridad de haber hecho lo que queríamos hacer y permitiendo que los resultados se materialicen pausadamente.
 
 
 

12 de septiembre de 2012

Escolarización y autoexigencia en un niño de 6 años


     Hoy os presento el caso de un niño de 6 años, Ander, por un lado quiero compartir mi experiencia y por otro, quiero crear un punto de reflexión respecto al modelo educativo más generalizado y el efecto que este produce en nuestros hijos e hijas. La madre de Ander me cuenta que su hijo, este curso ha comenzado 1º de primaria, está nervioso, intranquilo y que le dice cosas como "no sé si soy capaz de hacer, esto, hacer lo otro...", le preocupa mucho llegar tarde, no llevar el almuerzo "que toca llevar", etc., con una franca y preciosa capacidad de expresar lo que le sucede y lo que siente.
      Ella me comenta que Ander es un niño muy autoexigente y perfeccionista. A su alrededor, se vive este nuevo ciclo escolar como algo diferente ya, sin juegos, con más normas, con deberes y él no se siente capaz de hacer todo esto bien.
Asi que le propongo las siguientes flores:
WALNUT: Para la adaptación al cambio que supone saltar de ciclo, de preescolar, del juego, de  normas más flexibles a primaria, donde la colocación de los pupitres ya nos insta a "trabajar", normas más rigidas y enfocadas al aprendizaje más reglado.
ROCK WATER: Para la autoexigencia, el perfeccionismo, la rigidez.
OAK: Para la sensación de "deber", de obligatoridad y responsabilidad.
LARCH: Para la sensación de no ser capaz de hacer las cosas, y la observación comparativa de cómo lo hacen los demás niños.
SWEET CHESNUT: Para aliviar el estado de angustia diario que le provoca esa autoexigencia y ese deber.
 
    Este caso de Ander, me lleva a la reflexión.
    Con 6 años está abrumado por el deber, por el cambio, por la rigidez de las nuevas normas.
    Es evidente que cada caso es un mundo y cada persona somos diferentes y nuestra tendencia a una actitud u otra, muchas veces marca la diferencia. Hay momentos o circunstancias por las que, aun deseando un formato diferente de educación, eso no es posible, pero sí que lo es el hecho de que como personas y como sociedad, potenciemos en los niños y niñas la creatividad antes que el cumplimiento de normas rígidas, el disfrute de aprender antes que la angustia por no sentirse capaces de hacerlo bien.
    A mi alrededor continuamente escucho comentarios dirigidos a niños y niñas como " ya en primero, eh, ahora ya tienes que estudiar fuerte y hacer las tareas, ya no es solo jugar y jugar". De pronto, abrimos una brecha entre aprender y maravillarse aprendiendo y hacerlo con el juego. De pronto, es meter el aprendizaje con esfuerzo, sudor y lágrimas, y separar lo que aprendemos de su aplicación en nuestra vida cotidiana.
    Enseñemos a nuestras hijas y a nuestros hijos a disfrutar con el aprendizaje, con el descubrimiento, con la maravillosa sensación de ser cada vez más autónomos.
    Intentemos que vayan a la escuela ilusionados, sin miedos y sin angustia, y permitamos que florezca su creatividad para que nosotros, también,como adultos nos beneficiemos de las infinitas posibilidades de crecer.


11 de septiembre de 2012

Rue, ruda

       Muchas veces tenemos claros nuestros sueños, sabemos qué queremos, nos sentimos con fuerza, actuamos... sentimos que fluimos con la vida, que las cosas marchan. Somos capaces de ver lo positivo de las circunstancias, y no nos desanimamos. Sin embargo, hay otros momentos, en los que todo se nos hace grande. Lo que un día tiene solución, al día siguiente no la tiene. Los mismos problemas cotidianos los sentimos insalvables, pesados, oscuros. La negatividad nos invade, nos entra miedo y angustia. En este estado, la energía deja de fluir, nos sentimos bloqueados, e incapaces de ser creativos.
      Ruda, Rue, nos ayuda a conectar de nuevo con la mirada positiva, la confianza, el fluir. Nos ayuda a ver el vaso medio lleno, o como lei hace un tiempo, el vaso lleno, mitad de agua, mitad de aire.
      Y como nos acompaña diluyendo los pensamientos negativos, nos aporta confianza, seguridad y sensación de ser capaces de continuar hacia adelante a pesar de los baches.
Podemos sacar lo bueno de algo que en un primer lugar no lo parece tanto. No nos rendimos. Continuamos con perseverancia detrás de nuestros sueños.
Por eso, Rue nos ayuda a alcanzar nuestra autorealización personal, porque seguimos intentando, si algo no cumple nuestras expectativas, lo observamos, y creamos. Abrimos nuevos caminos. Nos fortalecemos.
Aporta voluntad, conexión con la vida.Conexión con nuestra intuición, esa intuición esquiva cuando nos entra miedo. Fe.
 
    Podemos tomarla en muchos momentos de nuestra vida, si tendemos a ser pesimistas o ver  las cosas negativas de la vida. Si nos desanimamos con facilidad cuando nuestras expectativas no se cumplen.
    Muchas mujeres, días antes de la regla, sentimos que de pronto todo se oscurece, que no vamos a ser capaces de afrontar lo cotidiano, se abre el armario donde se esconden los fantasmas, rue nos ayuda a mirar de otra forma, más intensa, más luminosa.

Cuando tomo Rue, una vocecilla interior segura e intensa me está diciendo "no te rindas".

Y no me rindo.

3 de septiembre de 2012

las justificaciones de Oak

       Para alguien en un estado Oak, el deber es lo primero... y lo único. En su trabajo, sentirá la obligación de estar continuamente haciendo cosas, le cuesta parar durante un rato, y se siente mal, si termina sus tareas y no continua haciendo mil cosas que hay que hacer. Muchas veces es complicado mostrar a un Oak la parte negativa de su estado, pues el hecho de ser una  "responsable" puede estar muy arraigado como creencia personal, como virtud. Sin embargo, llegan a consulta cansados, con altos niveles de estrés muchas veces y/o con dolores musculares que les van avisando del sobreesfuerzo realizado.
        A un Oak, le cuesta siquiera el hecho de plantearse tomar unas horas de ocio. Hace unos días, en consulta, una chica me comentaba, "que se notaba diferente", que "se había tomado algunas libertades". Esas libertades concretamente, consistieron en ir unas horas más tarde al trabajo (ella es una de las jefas), porque había llegado a las 4 de la madrugada de un viaje por asuntos personales.
En este caso, primera vez que lo hacía, el motivo era lo suficientemente fuerte como para admitir faltar unas horas.
      Sin embargo, cuando me contó que le gustaría apuntarse a clases de baile, empeza´ron las justificaciones para no hacerlo.
       Faltar a sus obligaciones en este caso, consistía en salir media hora antes, dos días por semana. Eso sólo ya, "para ir a divertirse". Le costaba hasta exponerlo.
Además, su socia, es una persona sin mucho interés en la vida social, así que, el hecho de permitirse ese "lujo", le hace sentirse peor.
       Oak, ayuda a relativizar y a equilibrar nuestras obligaciones y nuestros deseos.
       Ayuda a darnos el permiso para disfrutar de lo que nos gusta, o simplemente de valorar momentos de no hacer nada.
Nos enseña a delegar, y a relajarnos.
Y nos ayuda a ir soltando todas esas piedras que vamos cargando a nuestra espalda.
 

26 de agosto de 2012

hornbeam, se acerca septiembre

   Poco a poco se va acercando septiembre. Aunque continúe el buen tiempo, los días veraniegos, las noches templadas, septiembre para mi ya significa volver a los horarios, la vorágine del colegio, mochilas, zapatillas, libros...
Septiembre me encanta, me parece un mes lleno de probabilidades, de proyectos nuevos, de elección de cursos, de planes para el otoño.
En septiembre la luz es preciosa, y a mi me envuelve  como una melancolía así agradable y cálida.
 
Pero si vivimos el final del verano con pereza, abrumados por la vuelta a la rutina diaria, al despertador, si pensar en volver a organizar el armario, los libros, los horarios, se nos hace pesado y nos cuesta arrancar, ahí podemos echar mano de hornbeam, para cuando las obligaciones cotidianas se nos hacen pesadas y no nos motivan, para la depre postvacacional, la pereza de arrancar cada mañana para ir a currar después de pasar el periodo estival.
Hornbeam nos ayuda a encontrar aquello que nos motiva dentro de la rutina cotidiana, nos aporta empuje y mirada y pensamiento positivo.
Y podremos descubrir y disfrutar de septiembre en todo su esplendor.

REIKI


23 de agosto de 2012

flores para los ojillos de Jim, un setter inglés

Hace unos tres meses más o menos y en una conversación casual, un amigo me comentó que tenía un setter inglés con un problema en los ojos.Tenía una conjuntivitis crónica que apenas le dejaba abrirlos.
Habían probado con diferentes medicamentos, pero  no se le solucionaba el problema y el perro tenía prácticamente los ojos cerrados a causa de las legañas.
Por lo visto, cuando salían al campo, las ramas que le pegaban en la cara, se los ensuciaba.
Yo apenas he tratado animales con flores de bach, alguna vez de forma esporádica, pero nunca como aplicación local, así que, lo intentamos.
Le preparé un bote con suero fisiológico al que añadí:
CRAB APPLE: Para la limpieza de los ojos. 
VERVAIN: Por la excesiva reacción de los ojos ante una agresión externa. El exceso de legañas.
BEECH: Por la reacción de intolerancia a las ramas, al polvo, etc. Y por las molestias que genera la conjuntivitis, reacción a la luz, etc.
IMPATIENS: Esta se la añadí porque el dueño me cuenta que el caracter del perro es muy impatiens. Es un perro joven, impaciente y vervenero.
CHESNUT BUD: Se la añado para que el ojo "aprenda" y no vuelva a reaccionar asi.
 
Comienzan el tratamiento por la noche, y a la mañana siguiente, mi amigo, alucinado, me dice que el animal se levanta con los ojos completamente limpios. Lo que más le sorprende y así me lo transmite, es que Jim tiene los ojos enormes y abiertos y que se le ve encantado.
Le sigue aplicando las gotas una vez al día, no puede aplicarlas más veces, pero la mejoría es tremenda. Desde el principio, le desaparecen los síntomas.
Le estuvo aplicando las gotas durante un mes más o menos.
De esto hace ya dos meses, y parece que el perro sigue estupendamente.
 
 

2 de abril de 2012

de la incertidumbre a la perseverancia

Muchas veces, en mi día a día cotidiano, me cuesta salir y tomar distancia, siento, pienso, actúo, desconectada del hilo conductor, que como la cuerda de un malabarista, une y llena de sentido mis vaivenes.
Y al margen de las flores y de las emociones que me suceden, más abajo, más al fondo, más profundamente, siento la necesidad de scleranthus, como esa cuerda por la que camino, unas veces sin miedo, otras aterrada, con los ojos abiertos o cerrados, segura de mi destino o sin saber siquiera dónde estoy...
Y es donde me despisto, si mis expectativas no se cumplen y me desanimo, pienso en Gentian, si siento ese miedo tan mío casi, me acuerdo de mímulus, si llego hasta esa puerta cerrada convencida de que no puede abrirse, recordaré Gorse...
Y como el sutil alquimista estará Scleranthus, cíclico, mostrando la importancia de perseverar, de continuar, de reconocer el desánimo y el miedo como idas y venidas.
Muchas veces me desanima el desánimo. Me desanima el volver a desanimarme y scleranthus me aporta el equilibrio necesario para tomar distancia y relativizar los obstáculos, para reconocerme en un gentian que va y viene, en un gentian que cíclicamente coge fuerza y me tambalea.
Scleranthus me enseña a prepararme para un nuevo obstáculo. A perseverar, a coger de nuevo carrerilla.
En esto estoy, aprendiendo