Bienvenida o bienvenido a mi blog.

Mi deseo es crear un espacio donde poder transmitir mi amor por las esencias florales, base de mi trabajo en terapia y compartir algo que en realidad se ha convertido en mi forma de ver y sentir la vida.

Quiero compartir mis experiencias, conclusiones y reflexiones del día a día.
Me encantaría que si te apetece, aportes todo aquello que te parezca interesante, que debatas, que preguntes, que cuestiones, que juntos podamos seguir creando un espacio vivo, que las esencias florales y el legado que el Dr. Bach nos regaló, siga expandiéndose y cada vez llegue a más personas. Que cada vez seamos más quienes nos beneficiemos de la magia de las flores, que vayamos más allá de la simple toma de remedios florales y seamos capaces de comprender e integrar en nosotros que somos energía, que somos parte de la naturaleza, que sencillamente SOMOS, SOMOS, SOMOS.

Que en nosotros está la magia del cambio. Que somos los únicos responsables de lo que nos da la vida. Que tenemos poder. Que tenemos los recursos necesarios para conectar con nosotros mismos.

Podemos crear, podemos compartir, podemos sentir, podemos amar.
Podemos quedarnos donde estamos y hacerlo conscientemente.
Podemos decidir no hacer nada. Podemos decidir no decidir.

También podemos volar

27 de junio de 2010

Clematis


Las esencias florales nos dan aquello que necesitamos, y no siempre tiene por qué coincidir con aquello que queremos.

En el caso de Clematis, una persona que está en este estado emocional, se evade de una realidad que no le es grata, que le resulta dolorosa, creando en su mente y en su fantasía un futuro idealizado donde todo es tal y como quiere que sea.

La toma de la esencia les baja a tierra, a esa realidad que no quieren ver y a la que no se quieren enfrentar y la persona entonces, puede que no se sienta mejor, sino que, afloren a la superficie otros estados emocionales incómodos que antes estaban ocultos.

Pueden aparecer nuevas flores en diferentes ámbitos de su vida, puede aparecer, por ejemplo, la insatisfacción de una ocupación laboral poco grata; celos, rabia y dolor ante la no correspondencia de amor por parte de alguien del que esté enamorada, la frustración de proyectos deseados y no llevados a cabo, etc.

Como terapeutas y acompañantes en el proceso, debemos estar atentos a estas nuevas emociones e ir cambiando de preparado en función de ellas, pues quien acude a las flores y a nosotros, acude normalmente con la expectativa de encontrarse mejor, más animado, más feliz, y la toma de algunas esencias, como Clematis, puede remover y hacer que tomen conciencia de la cruda realidad y les cueste aceptar que eso mismo, es el camino necesario para empezar a encontrarse a sí mismo.

Pueden transmitirnos que en ellos no sienten ningún efecto de la flor y nosotros estar atentos a esas nuevas emociones, que en un primer momento pueden parecernos negativas y que sin embargo son un paso muy importante en el proceso.

24 de junio de 2010

Se puede

Se puede.
Mirar como mira un niño. Se puede.

Una puede despertarse frente al mar
y mirarlo como si fuera la primera vez.

Se puede.

Puedo sorprenderme cada minuto.
Vivirlo con cada célula de mi ser.

Se puede.

Se puede compartir una charla.
Se puede compartir una risa, nueva cada vez.

Se puede disfrutar cada vez
de las pequeñas cosas,
con la sorpresa del nuevo descubrimiento.

Se puede.

Se puede compartir la luz de una flor.

Se puede crear, acompañar.

Se puede contagiar el amor por las flores.

Se puede.

Se puede vencer al miedo

y cubrir la piel de sal y sol.

Se puede compartir arena, minutos, fuego. Palabras.

Se puede.

Se puede vivir.
Vivir. Aquí y ahora. Sin pasado ni futuro.
Presente.

Se puede.

22 de junio de 2010

Intención positiva y resistencia al cambio.


Cuando una persona acude a terapia quiere cambiar algo en su vida. Algo que le produce dolor, incomodidad, desasosiego.

Viene buscando soluciones.

Viene después de pensárselo mucho, con miedo a lo que pueda salir, miedo a lo desconocido, miedo al cambio.
Como seres humanos y por muy doloroso que sea lo que nos suceda, estamos más cómodos en lo conocido, en el confort de lo cotidiano, hay en nosotros una potente resistencia al cambio.

Además, de forma consciente o inconsciente, ese estado emocional, por muy caras que nos salgan las consecuencias, nos aporta un beneficio que nos empuja a mantenernos en él.

Desde los axiomas de la programación neurolingüística (PNL), hablamos de que "detrás de todo lo que hacemos hay una intención positiva".

Como terapeutas, este axioma toma una vital importancia.
Investigar sobre cuál es esa intención positiva, nos aporta información de la persona que acude a nosotros con ganas de sanarse y de las soluciones intentadas y fracasadas hasta ese momento.

¿Para qué mantiene esas conductas, esos pensamientos? ¿qué beneficios le reporta esa emoción?

Por otro lado, nos ayuda a elegir las palabras de devolución más adecuadas tras la entrevista.
¿Cómo devolvemos a una persona que está en Chicory, que siente que los demás no le aman como ella les ama, que siente que su actitud es generosa, incondicional, que es esa misma actitud la que le genera dolor y sensación de abandono?
¿Cómo le devolvemos a alguien en Rock Water, que lo que puede ayudarle a resolver su malestar es el ser menos exigente consigo mismo, menos "perfecto", cuando para él eso es una virtud y en el fondo le reporta seguridad?

Trabajar y observar la intención positiva de todo esto, es una herramienta útil para devolver desde fuera el efecto que las esencias pueden producir, sin "cambiar a la persona", potenciando esas partes positivas que cada uno tiene dentro de sí y tomando conciencia de para qué se mantiene una actitud que tiene tan alto coste.

21 de junio de 2010

De la sugestionabilidad y el efecto de las esencias

Cuando entramos en contacto, por primera vez, con las esencias, normalmente no estamos acostumbrados a los efectos sutiles que aportan.
Expectantes, estamos abiertos y atentos con todos nuestros canales conocidos y cotidianos y podemos sentirnos decepcionados porque no sentimos ... nada.

Tenemos nuestra atención puesta en lo evidente, en lo que vemos, oímos, olemos. En lo palpable. Muchas veces, nos sentimos mejor sin saber explicar muy bien cómo y por qué.

Podemos darnos cuenta de que, pensamientos que estaban día y noche rondando en nuestra cabeza, de repente, no están.

Que el nudo de angustia, ha desaparecido.

Sentimos que ese peso indefinible que cargábamos a nuestra espalda y nos encorvaba es un poco más ligero.

Empezamos con las dudas, ¿serán las flores? ¿será que estoy predispuesta a sentir los cambios?

Poco a poco, y después de estar tomando esencias durante un tiempo, empezamos a ser más sensibles a sus efectos. Los vamos reconociendo. Su sutileza. Su amoroso acompañamiento. Su certeza.

Empezamos a ser conscientes de la luz que las flores nos dan, de que empezamos a ver nuevas perspectivas, nuevas opciones que antes estaban ahí y no veíamos.

Hay también, personas con una sensibilidad especial. Que llegan hasta las flores con un camino personal ya recorrido que les hace estar abiertos con todos los canales, los evidentes y los sutiles.
Cuando alguien toma esencias y siente la conexión, consigo mismo, con las flores, con la grandeza en la pequeñez, cuando tengo la oportunidad de acompañar desde ahí, desde el disfrute, desde la alegría, se me ensancha el corazón.

Hay infinitas formas de llegar a las flores. Una por cada persona. Una por cada momento.

Podemos llegar hasta las flores desde la cabeza, desde el razonamiento. Y estará bien.

Y podemos también vivir, sentir, bucear desde el encantamiento, desde el descubrimiento en uno mismo de la magia de las flores y desde el descubrimiento de uno mismo a través de ellas.

Dejémonos mecer, dejémonos llevar por la sorpresa, por la alegría.

Por la magia.

18 de junio de 2010

Cerrando etapas, honeysuckle


Ayer una amiga me invitó a dar un paseo para enseñarme "unas flores preciosas recién florecidas". Y llegamos a una casa rodeada de un muro cubierto completamente de madreselva. Realmente estaba preciosa, el aroma se extendía y nos rodeaba. Me recordó que cuando era pequeña, cogíamos la flor y nos la metiamos a la boca porque su sabor era dulce y azucarado.

Al atardecer, al llegar de nuevo a mi casa, volví a ver encima de la mesa una caja llena de cartas, una caja que llevaba ahí días y días, esperando a que me animase a abrir y a deshacerme de una parte de mi pasado.


Con Honeysuckle en mi paladar, en mis ojos y mi olfato, fui cogiendo esas cartas y fui rompiéndolas, una a una, dándome cuenta de toda la explosión de emociones que me asaltaban.
Me fui reconciliando con esa parte de mi pasado, con las historias que ocurrieron y que dieron forma a lo que soy ahora. Que me han traído hasta aquí.

Me reconocí en la añoranza, en la tristeza, en la alegría, en lo compartido. En los años, en las letras. En los secretos, en las risas y las sonrisas.

Ahora que se acerca la mágica noche de San Juan, quemaré los pedazos en la hoguera del tiempo.

Me quedo con lo que guardo en mi corazón, un poco más liviano, un poco más ligero. Un poco más contento.

14 de junio de 2010

Me gustan la risa y la sonrisa


Me gustan la risa y la sonrisa.

Me gustan.

Me gusta la risa contagiosa.
Me gusta la risa que nace de las tripas.
La de adentro. La sincera.

La risa irresistible de las cosquillas. Me gusta.
La risa y la sonrisa de los niños.

Me gusta la sonrisa en los ojos.
Y los ojos con sonrisa.
Me gustan.

me gusta la sonrisa traviesa.

Me gusta la sonrisa con descarga eléctrica.

La que me quita el aliento. La que me lo da.
La que me deja sin palabras.

Me gusta la sonrisa que me dice "estoy aquí, contigo".

Me gusta la risa contenida.
Y la desbordada.
Me gusta la sonrisa recordada y la sonrisa compartida.

Me gusta la sonrisa con lágrimas.
Y la sonrisa con ternura.

Me gusta la gente con sonrisa.
Me gusta la risa con gente.

La sonrisa cómplice.
La sonrisa pirata.
La sonrisa auténtica.

Me gustan la risa y la sonrisa.
Las que salen del alma.
Las que me llegan al corazón.
Las que dicen "soy esto".

Me gustan.









9 de junio de 2010

Tomando decisiones. Responsabilizándome


La vida me pone continuamente frente a decisiones que necesito tomar, unas banales, otras duras y con consecuencias que preveo negativas y me asustan.

Ante esto, son muchas las emociones que surgen en mí.

El miedo al cambio. Por muchas ganas que tenga de cambiar una situación dolorosa, otra parte de mí se resiste al cambio, me parece más sencillo lo que conozco que la puerta que se abre hacia algo que desconozco. Miedo a las consecuencias de mi decisión. Walnut me ayuda a aceptar ese paso, a relativizar lo que pueda venir.

A veces dudo entre dos opciones. Me gustaría tener una bola de cristal para ver mi futuro y saber de antemano qué hacer sin equivocarme. Puedo valorar los pros y los contras, una y otra vez. Me voy alejando de mi corazón y de mi tripa y decido desde la cabeza, lo que está bien o está mal, lo bueno o lo malo. La renuncia. La pérdida de la opción rechazada. Y puedo optar y no disfrutar de lo elegido porque estoy pensando en lo perdido. Scleranthus me permite estar en el aquí y ahora. Me ayuda a elegir. Elegir avanzando, con seguridad, desde las tripas. ¿qué es lo que quiero realmente yo? Yo.

Ni las personas a las que quiero, ni mi entorno cercano. Yo.
Asumiendo mis éxitos y mis fracasos. Admitiendo mis errores y mi derecho a errar. A reconocer e integrar que no hay opciones ni buenas ni malas, sino decisiones que van dibujando mi camino de vida.

A veces también, me pesa la culpa. El dolor que otros pueden sufrir con mis decisiones. Me pesa el egoísmo. Confundo los límites de mi responsabilidad y la de los demás. Pine me acompaña. A asumir lo que es mío y lo que es del otro. A sentir que no estoy aquí para cubrir las expectativas de nadie y que nadie está para cubrir las mías. A perdonarme. A diluir lealtades, compromisos y deberes.

Tengo un compromiso conmigo misma. Ser yo. Escucharme. Creerme. Quererme. Sentirme.

Un compromiso: El QUIERO.

Un compromiso: Vivir la vida que tengo. Vivir. Vivirla.

A veces se me hace más difícil. Muchas me vuelvo a olvidar de mí.

Con las esencias vuelvo tomar consciencia cuando me pierdo a mí misma.

Procuro perdonarme. A veces lo consigo, otras me cuesta.

Procuro disfrutar en el camino. De los encuentros y de los desencuentros. De los adioses, de las bienvenidas.

De las estrellas fugaces y de las que dejan su estela más tiempo en mi retina.

De los minutos y de las horas, de la luz y de las sombras.

De los espejos, con sus reflejos bonitos y con los feos.

De los delfines y de los afines.

Adquiero un compromiso conmigo misma: Vibrar con la vida.

8 de junio de 2010

Mariposa Lily

Una de nuestras necesidades más básicas, desde que somos ser, es la necesidad del amor materno. Amor materno con todo lo que eso significa, protección, seguridad, nutrición física y espiritual, arraigamiento, contacto, atención, cobijo...

Una necesidad que si no sentimos que hemos cubierto, vamos arrastrando y va moldeando nuestros comportamientos a lo largo de nuestro crecimiento y evolución como seres humanos.

Mariposa Lily es una esencia indicada para cuando la relación con la figura materna está deteriorada, cuando se ha visto dañada y aparecen sentimientos de resentimiento, odio y desencuentros.


Está indicada para trabajar cuando hay conflictos con amigas, compañeras de trabajo o parejas y cuando hay una gran reserva a la hora de intimar emocionalmente.Estos desencuentros, como ciclos que se repiten a lo largo de la vida, son motivados por el sentimiento de no ser, ni haber sido, lo suficientemente amado, atendido o correspondido.

Es interesante para cuando existen patrones negativos de proyección de la imagen materna sobre las mujeres.

Para hombres y mujeres, que viven permanente o puntualmente una sensación de rechazo o exclusión, con pensamientos de ser un niño o niña no deseados.

Cuando hay relaciones tensas con la madre, hermanas, amigas, parejas y la comunicación resulta dura, difícil, conflictiva, frustrante, lejana o imposible.

Cuando hay dolor por la ausencia de sentimientos cálidos, por la sensación de que la madre no estuvo cuando se necesitó y esto provoca resentimiento, tristeza y enfado.

Esta esencia actúa a niveles profundos del Alma. Sana heridas y aporta apertura a nuevas perspectivas en la relación con la madre y por tanto, en el vínculo con las mujeres.

Abre y sintoniza el chakra raíz, permitiendo la fluidez de la energía necesaria para sentirnos protegidos, nutridos y amados.

Aporta seguridad, vitalidad, alegría, soltura, sensación de ligereza.

Ayuda a cortar el cordón umbilical simbólico que nos ata a la figura materna en forma de compromisos, lealtades, necesidad de reconocimiento y valoración.

Nos conecta con la necesidad de salir del nido y con las ganas de aprender a volar sólos....








4 de junio de 2010

Las esencias como proceso


Desde que nacemos, incluso antes del nacimiento, nuestro cuerpo se mueve, por fuera y por dentro, siente, se expresa. Hay una consciencia biológica, innata, con mecanismos que nos permiten sobrevivir. Somos seres instintivos, flexibles, llenos de oportunidades, de posibilidades, de vida y vacíos de barreras intelectuales.
Nuesto cuerpo se mueve, pide, consigue, vuelve a pedir, siente, hace, siempre hace. Y lo hace a través de gestos, movimientos, llanto, respiración, miradas...
Y comenzamos a recibir de nuesto entorno negativas a sus demandas, a lo que pedimos, a lo que necesitamos, atención, contacto, y no lo entendemos porque todavía no entendemos de razonamientos, argumentos, moral, creencias y juicios.
Y cuando queremos algo y no lo conseguimos, nos duele y el dolor no nos gusta. Y lo evitamos.

Vamos reprimiendo impulsos, deseos y conductas que quedan reflejadas en nuestro cuerpo, en nuestra fisionomía.

Y vamos añadiendo capas a lo que somos y nos vamos perdiendo, y desconectando de lo que queremos, convenciéndonos de que lo que sentimos, pensamos y hacemos es lo que realmente nos define como individuos.
Aprendemos e interiorizamos patrones que repetimos continuamente para conseguir lo que queremos. Movimientos y soluciones intentadas que nos frustran porque están muy lejos de nuestros verdaderos deseos y necesidades.
A lo largo de nuestra vida, esta nos pone delante, nuevas oportunidades, una y otra vez, en forma de enfrentamientos, conflictos, decisiones difíciles, para aprender, cerrar ciclos completos y mientras no cerremos esos ciclos, vamos a repetirlos una y otra vez en nuestras relaciones, en el trabajo, en la salud, etc.

Desde una mirada floral, desde ese núcleo de necesidades personales que nos define a cada uno más profundamente, vamos ramificando, añadiendo creencias limitantes que nos ayudan a evitar el dolor de la pérdida, del vacío, de la carencia, para evitar el dolor y adaptarnos y sobrevivir de la manera más placentera posible.

Con las esencias podemos ir profundizando poco a poco entre todas esas capas más superficiales para llegar al núcleo, al origen, al tronco del cuál nacen las ramas en forma de creencias y trabajar ahí, y comenzar de nuevo a edificar con nuevos cimientos,con los nuestros, los propios.
Asumiendo nuestras necesidades y nuestras carencias más primigenias. Reconociendo la intención positiva de estar y mantenernos en determinado estado emocional o flor.

Curar, sanar, cerrar heridas profundas del Alma. Aprender a pedir, a saltar a pesar del miedo.
Hacer, conocer y crear.
Atrevernos con nuestra sombra. Bajar a veces a las oscuras catacumbas. Y desde ahí, empezar a ver luz al final del túnel.

1 de junio de 2010

El cansancio de lo que pospongo


Posponer la toma de decisiones nos desgasta, va minando nuestra energía vital.
Las acciones inconclusas que vamos dejando de lado, se quedan flotando a nuestro alrededor, vuelven una y otra vez como pensamientos molestos y no cerrados que nos llevan al desánimo de gentian, a la pereza de hornbeam, al miedo de mímulus, al cansancio de olive.

Podemos posponer desde el miedo mímulus a enfrentarnos a algo. Y ahí se queda, en la mochila de nuestro viaje.

Podemos posponer desde la pereza y falta de motivación hornbeam. Y volvemos a cargarlo a la mochila.

Podemos posponer desde la duda scleranthus. Y a la mochila. Parados e inquietos en el cruce de caminos.

Romper ese círculo vicioso está en nuestras manos.Tomando conciencia. Reconociéndonos. Permitiéndonos.

Empezar por cerrar pequeñas cosas nos vuelve a activar energéticamente.Comprobamos la mayor parte de las veces, que las consecuencias temidas no eran ni tan graves, ni tan definitivas, ni tan dolorosas.

Y que si lo eran, somos capaces, con nuestros propios recursos, de aprender de ello y seguir caminando hacia adelante.